Desafio deAlimentos Funcionales en Chile
Antioxidante en Moras y Berries, Licopeno en Tomates, Oligosacáridos, Péptidos
ProductoresChileRegión del Bío-BíoEl Centro
Anónimo Jueves 13 de Septiembre del año 2007 / 11:14

Los desafíos de los alimentos funcionales en Chile 

 

  

Con más investigación y marketing, Chile podría aprovechar sus ventajas para producir nutracéuticos y agregar así mayor valor a su canasta exportadora.

 

 

¿Usted es de los que pela la manzana para comerla? Si es así, está renunciando a entre el 30% y 50% de los antioxidantes que contiene esa fruta.

 

Depende de la variedad, pero investigaciones demuestran que la cáscara tiene cuatro veces más cantidad de antioxidantes que la pulpa. Y eso se pasa con la mayoría de las frutas. Por eso investigadores como Hernán Speisky, jefe del Departamento de Antioxidantes del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), buscan la forma de producir extractos de frutas que contengan las propiedades nutracéuticasde la corteza de la manzana.

 

En esto de los alimentos funcionales o nutracéuticos se vive una verdadera carrera. Los consumidores de los países industrializados están cada vez más preocupados de su salud y la calidad de vida. Por ello buscan que la alimentación, a través de los productos, los ayude a prevenir enfermedades derivadas de la vida moderna. Y las empresas tratan de ponerse a tono con esa demanda e intentan generar los alimentos que respondan a ella.

 

Chile tiene ventajas que puede utilizar mejor para desarrollar esta clase de alimentos. Sin embargo, no ha avanzado con la suficiente rapidez para aprovecharlas.

 

Algunas empresas están exportando frutas y hortalizas, frescas y procesadas, con altos contenidos nutracéuticos y antioxidantes, que entregan mejores precios.

 

Un ejemplo es la empresa Biofrut, que exporta a Japón concentrados de jugo de perejil, cilantro, apio, ajo, alcachofa, brócoli, coliflor, berro, cardo, zanahoria y espinaca, entre otros, cuyas características son sus propiedades funcionales.

 

La empresa, en conjunto con investigadores de Inia la Platina, ganó un concurso de Corfo por $320 millones para adquirir tecnología con la que pueden chequear la calidad y cantidad de éstos compuestos de los cultivos de hortalizas. Eso les permite vender con mayor valor agregado.

 

"La idea surge como una necesidad de agregar valor a la agricultura chilena combinando este parámetro con la aseveración de Hipócrates que dijo: 'Mi mejor medicina son los alimentos'. Los nutracéuticos son el mejor argumento de venta para acceder a nuevos consumidores de países emergentes", señala David Carré, gerente general de Biofrut.

 

 

Farmacia en el campo

 

En el país poco a poco se investiga qué y dónde se dan los mejores productos con nutraceúticos.

 

Los tomates están entregando importante información. Aconcagua Foods e Inia La Platina se aliaron para investigar el contenido de licopeno, un poderoso antioxidante, en estos frutos de distintas partes del país.

 

"Ya no es sólo mandar pasta de buena calidad y buen color, también que tenga más licopeno. Los japoneses imponen a sus importaciones un mínimo", afirma Gabriel Saavedra, ingeniero agrónomo de Inia La Platina.

 

Los resultados del estudio fueron concluyentes. El mejor lugar para obtener pastas de tomate premium - que se exportan a Japón- es la Región Metropolitana y el norte de la VI Región, más que en la VII que es donde se concentran los cultivos. También descubrieron que el contenido era mayor si la siembra y cosecha son más tempranas (octubre y febrero), por el efecto de la luz sobre las plantas.

 

A partir de ahí otras empresas productoras y exportadoras entendieron las claves y ahora cultivan más al norte y más temprano.

 

Los planes son seguir estudiando el potencial de variadas hortalizas según su color, ya que es posible encontrar suelos más aptos para obtener mayores concentraciones de nutracéuticos.

 

"Sabemos por literatura que la zanahoria, el brócoli y coliflor dan muy buen color en la Araucanía. Ahora vamos a comprobar si ese color va ligado a concentraciones de carotenos. Para eso ensayarán con nuevas variedades, en diferentes épocas de siembra, para determinar si esa zona produce mejores zanahorias para este fin industrial", adelanta Saavedra.

 

 

Las frutas también hacen aportes importantes.

 

Además de las manzanas ya mencionadas, hace tiempo que se conocen las propiedades antioxidantes de los berries. Y si sin hacer esfuerzos para promocionarlos como nutracéuticos ya representan exportaciones por US$ 300 millones, no es mala idea preguntarse cuánto más podrían crecer si se trabajan también en este sentido.

 

Recientemente el Inta, con el apoyo del FIA y empresas privadas, comparó el contenido de antioxidantes de los berries chilenos - en arándanos, moras, frambuesas y frutillas- con las mismas variedades producidas en otros países.

 

En el estudio se observó que algunos arándanos y moras nacionales muestran contenidos y actividad antioxidante entre 30 y 50 por ciento más altos.

 

"Eso significa una potencial ventaja en términos de marketing asociado al consumo de estos frutos, ya que van a contribuir con más antioxidantes al organismo", sostiene el doctor Hernán Speisky.

 

Tal vez los compuestos más conocidos por el público sean los famosos antioxidantes que poseen los vinos tintos chilenos de variados cepajes y que, según investigadores escoceses, contienen niveles mayores de flavonoles que los mostos de Italia, Francia, California o Australia, entre otros productores.

 

 

Las cojeras

 

Aunque existe la capacidad para producir frutos con altos contenidos de estos compuestos, que es una exigencia cada vez mayor de los consumidores de Asia, Europa y Norteamérica, los investigadores coinciden en que hay pocos estudios.

 

"A pesar de ser buenos exportadores de frutas a nivel mundial, desafortunadamente no hay muchos grupos de investigación en torno al beneficio para la salud asociado al consumo de frutas", señala Hernán Speisky.

 

 

Lo mismo pasa en el caso de las hortalizas.

 

"Hay muy poca investigación. Hay muchas hortalizas que tienen potenciales. No hay un aprovechamiento de las ventajas agroecológicas ni agroclimáticas", señala Gabriel Saavedra, de Inia La Platina.

 

Para Saavedra se pueden colocar a lo largo de Chile y en diferentes lugares las hortalizas y las frutas y en cada uno el potencial de las plantas puede expresarse de manera diferente.

 

"Eso es una incógnita porque no lo hemos descubierto, pero puede tener altísimo beneficio. Hay mucho por hacer", afirma el investigador.

 

Y no es que falte capacidad de investigación.

 

De hecho, cualquier empresa puede participar en proyectos científicos y tecnológicos, con fondos de Corfo y Conicyt, en conjunto con entidades como Inia, Inta o las universidades.

 

"La gran versatilidad de la agricultura chilena, hace que la investigación tenga un gran potencial. Es reconocido el hecho que a partir de fuentes vegetales es posible obtener gran cantidad de compuestos bioactivos como ácidos grasos, antioxidantes, fibras, oligosacáridos y péptidos, entre otros", señala María Elvira Zúñiga, directora del recientemente creado Centro Regional de Alimentación Saludable, Creas.

 

La otra cojera es el inadecuado "marketeo" para vender mejor los productos.

 

Por más propiedades nutracéuticas que tenga una hortaliza o una fruta, éstas suelen venderse a granel, con lo que se pierde oportunidad para destacar las condiciones especiales de estos alimentos y obtener un mejor precio.

 

"No existe un código arancelario o una glosa que diga "alimento funcional".

 

 

Los productos van como producto industrial.

 

Por ejemplo, el pimentón - pese a tener una cantidad importante de antioxidantes- se transporta en tambores de 200 kilos", reconoce Alex Sawady, product manager de la gerencia de Alimentos de Prochile.

 

Por lo tanto, Chile tiene entre manos un paquete interesante para agregar un nuevo valor a sus productos y abrir así una nueva ventana para competir. Todo está en empezar a hacer lo que se requiere.

 

 

¿Qué es funcional o nutracéutico?

 

El Dr. Andrés Vasconcellos, de la Universidad de Chapman en EE.UU., define como funcionala "cualquier alimento en forma natural o procesada que, además de los componentes nutritivos, tiene otros adicionales que favorecen la salud, la capacidad física y el estado mental de una persona". Otros investigadores consideran que es un concepto en desarrollo y que podría ser un producto intermedio entre los tradicionales y la medicina. El término "nutracéutico" viene de la unión de "nutrición y farmacéutico" y es un componente de los alimentos funcionales.

 

Otra palabra asociada a los alimentos funcionales son los "fitoquímicos", compuestos orgánicos presentes en alimentos de origen vegetal y de los que forman parte los polifenoles y otras sustancias de características antioxidantes que protegen de enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer.

 

Patricia Rey.



En Seragro todos pueden publicar. tomar precauciones basicas de seguridad para evitar estafas.



Ultimos Comentarios