Apicultura. Enfermedades y Accidentes de las Abejas.Profilaxis o Prevención.
Mal de Mayo, Disentería, Cría Enfriada, Varroasis de las Abejas
Empresas y ServiciosApiculturaChileRegión del MauleQuinamávida
Anónimo Jueves 5 de Julio del año 2007 / 20:50

INTRODUCCION

La apicultura en nuestro País, ha permanecido estancada en comparación con otras ramas de la producción agropecuaria; mientras  los otros rubros  han incorporado tecnología y capital, con resultados a la vista promisorios, la apicultura considerada por mucho tiempo la hermana pobre de la agricultura no avanza, muy por el contrario ha retrocedido, las causas muchas veces las buscamos culpando a las entidades gubernamentales por la falta de apoyo, ya sea, de tipo técnico, crediticio etc.; pero, muy pocas son las veces en que pensamos que  el único culpable de este estancamiento provenga de nosotros mismos, por nuestra incapacidad de asociarnos, o de permanecer asociados, por nuestras luchas internas,  por competir con nosotros mismos, etc., lo cual nos enceguece y no nos permite  proyectarnos al futuro en el mediano y largo plazo. Esta situación está a punto de revertirse, si sabemos permanecer unidos, rescatando las experiencias y vivencias pasadas, con una mutua cooperación, con madurez empresarial, y una gran cuota de positividad, - los Profos apícolas nos pueden tener la respuesta -. Estos instrumentos creados por el Estado, operan en nuestra zona como labor de la Dirección Regional de CORFO, dentro de su política de fomento a la pequeña y mediana empresa PYME, como instrumentos de apoyo y fomento productivo, orientado a solucionar problemas o a satisfacer necesidades compartidas, otorgando una subvención para un grupo de empresarios que desarrollan un programa de trabajo en común o tareas afines, con el fin de lograr la modernización productiva y el mejoramiento de la gestión, tanto del grupo, como de cada empresario .

De acuerdo a un estudio, desarrollado por el Profo productores apícolas, (capacidad instalada mínima)  que está a punto de finalizar, existen dos parámetros fundamentales en los cuales descansa la rentabilidad de un colmenar: La capacitación y la experiencia en el manejo del colmenar, si logramos complementar ambas cosas, alcanzaremos importantes niveles de  producción, y podremos controlar la sanidad apícola, ya sea mediante el tratamiento oportuno o la profilaxis (prevención). El presente boletín versará sobre la sanidad, y particularmente la PROFILAXIS. Se ha elegido este tema, debido a que la explotación intensiva de las abejas aumenta el riesgo de que la colonia sufra un mayor número de enfermedades infecciosas o parasitarias que son limitantes de la producción, y la obtención de mejores rendimientos en el rubro, obliga a un perfeccionamiento en los trabajos desarrollados por el apicultor.

                                    Los factores que facilitan la difusión de las enfermedades, no sólo de las abejas, sino, de cualquiera otra explotación zootécnica son: alta concentración de colmenas en un mismo asentamiento (densidad), disposición en el mismo (deriva), manejo inadecuado, transhumancia no controlada, y otros.

PROFILAXIS O PREVENCIÓN

La profilaxis aplicada a la apicultura trata de impedir la aparición de procesos de tipo infecciosos (Lo que europea y americana), y parasitarios (Nosemosis, varroasis, piojos), para lo cual se deben tener en cuenta una serie de factores: selección genética, hábitat o entorno, tipo de colmenas, alimentación, desinfección, manejo, etc., que asociados nos darán como resultado el desarrollo de una eficiente prevención ( acción defensiva);  por otro lado, la erradicación ( acción ofensiva) pretende disminuir la acción nociva de los agentes patógenos ( bacterias o parásitos), y sanear las colmenas afectadas.            Las medidas de control, pretenden en un colmenar ya infestado, acabar con nuevas fuentes de contaminación y poner atajo a la enfermedad antes de que las abejas presenten los signos clínicos en colmenas aparentemente sanas, pero ya afectadas. Por lo tanto, en apiarios en los que aparece un foco infeccioso ( una o dos colmenas enfermas), el tratamiento debe aplicarse a todo el colmenar. Además, se debe tener en cuenta que los medicamentos o fármacos utilizados para el tratamiento de las enfermedades, afectan a los agentes infecciosos o parasitarios ya instalados en las abejas, y una vez finalizada su administración siempre es posible una reinfección. Por ello, los tratamientos en los colmenares deben ser aplicados en forma sistemática.

MEDIDAS DE PROFILAXIS Y CONTROL

                                    1. Capacitación y formación del Apicultor: Esta medida es una de las más importantes como control sanitario, ya que el conocimiento de la etiología ( agentes causales de enfermedades) de las abejas y el respeto de las reglas profilácticas servirán para evitar el asiento de procesos patológicos.

                                    2. Medio ambiente o entorno y constitución del apiario: Antes de llevar a cabo el asentamiento de colmenas a un lugar determinado, es preciso conocer detalladamente el entorno: flora apícola disponible en calidad y cantidad, disponibilidad de agua, presencia de otros colmenares, tratamientos fitosanitarios ( uso de pesticidas), desnivel adecuado para evitar el exceso de humedad en las colmenas, protección contra los vientos dominantes, orientación adecuada de las colmenas, etc.

                                    3. Calidad del hábitat o colmena: No cabe la menor duda, que la colmena movilista es la que presenta mayores ventajas para la producción de miel y subproductos, y dentro de estas la colmena Langstroth es la mas utilizada por los apicultores. Las colmenas rústicas, no presentan ventajas debido a que es prácticamente imposible controlar las enfermedades de mayor prevalencia en nuestro País.

                                    4. Selección genética: La genética en apicultura como medio de control de enfermedades y para mejorar la producción tiene una mínima expresión, a la inversa de lo que ocurre en otros campos de explotación agropecuaria como: lechería, carne, productos agrícolas, etc. El objetivo que se persigue con la selección es obtener abejas resistentes a las enfermedades y adaptadas al medio en que viven, lo cual se ha probado con excelentes resultados. La utilización de abejas híbridas ( cruzamiento de dos razas puras), demanda una mayor vigilancia e intervención por parte del Apicultor, y en ocasiones se obtienen resultados no deseados. Una mejora de toda la masa apícola como primer paso en le trabajo de selección de nuestras abejas, sería en principio suficiente para aumentar considerablemente las producciones y la defensa ante las enfermedades mas prevalentes en nuestro medio.

                                    5. Cuidados y vigilancia de las colmenas: El Apicultor debe cuidar sus abejas y al mismo tiempo evitar todo error técnico de manejo que pueda debilitarlas.

                                    El control sobre las reservas de alimento es un factor primordial y la  época de invernada estará asegurada con una alimentación abundante y de buena calidad, no siendo por tanto, una buena práctica sustituir la miel por otro tipo de alimento.

                                    La estimulación de postura de la reina: Al inicio de primavera, si el deseo del Apicultor se inclina por una potenciación de la colmena, debe administrarse jarabe, teniendo en cuenta que un descuido en este tipo de manejo puede traer graves consecuencias y que en esa época puede faltar el aporte proteico ( nitrógeno) por ausencia de polen, por lo que es preciso suministrar materias primas sustitutivas del mismo (sustituto lácteo para terneros u otro). El ideal en caso de hacer esta estimulación, es hacer coincidir la máxima población de abejas con el máximo de floración, de lo que se deduce la importancia  que cada apicultor se confeccione un calendario de floración adaptado a sus propias condiciones agroecológicas. Es importante tener colmenas fuertes e igualadas en el apiario para evitar el pillaje.

                                    La postura de la reina: La vigilancia en este punto es fundamental, no sólo nos indica la presencia o no de la reina, sino que también manifiesta su potencial de postura y la necesidad de una renovación periódica. Para ello, es punto imprescindible el tener marcadas a las reinas en nuestro colmenar.

                                    La cuarentena: Una buena medida de profilaxis consiste en tener en cuarentena las colmenas adquiridas por el apicultor en otros apiarios, con el fin de evitar la transmisión de enfermedades. Esta medida a lo menos debe impedir el contacto de las colmenas adquiridas con las de nuestro apiario, o lo que es mejor : realizar un diagnóstico de las abejas a comprar antes de ingresarlas al apiario.

MEDIDAS DE ERRADICACION

                                    Con estas medidas se intenta suprimir, de forma tan duradera como sea posible, los agentes productores de las enfermedades. El éxito será más rápido cuanto más lo sean la localización y la eliminación de las fuentes de contagio.

                                    Cuando la enfermedad sea diagnosticada, es necesario poner en práctica los mecanismos adecuados para su rápido control y evitar con ello su extensión y propagación.

                                    Visitas de control: Las enfermedades de las abejas presentan, de forma generalizada, dos épocas en las que la sintomatología es más evidente: otoño y primavera; y será durante estas épocas cuando nuestro control sea más exhaustivo. Así en otoño calibraremos la importancia de las poblaciones, las reservas alimenticias para la invernada y los síntomas de las principales enfermedades. En primavera, observaremos la postura de la reina, el estado sanitario de la cría y el dinamismo de las abejas.

                                    En época invernal se deben controlar tanto las salidas de las abejas, en días templados, para defecar, como las extemporáneas (fuera de época) que se producen por problemas patológicos. Asimismo se observan los daños ocasionados por diversos agentes, en el entorno del colmenar (cercos derribados, colmenas sin techos, etc.).

                                    Es necesario realizar otras visitas de forma puntual cuando se produce una enzootia o epizootia (enfermedad que afecta a muchas colmenas) o cuando se hayan realizado tratamientos fitosanitarios (fumigaciones) en las proximidades del colmenar.

                                    Eliminación de agentes patógenos: Cuando una enfermedad ha sido diagnosticada, es necesario llevar a cabo una serie de medidas profilácticas, como son: sacrificio de colonias muy débiles, eliminación de material inservible y desinfección del recuperable, además de un tratamiento medicado, no solamente a las colmenas clínicamente enfermas, sino también a todas las colonias del colmenar, incluso a las aparentemente sanas, por lo tanto, de debe tratar a toda la unidad productiva.

                                    La desinfección debe ser objeto de todos los cuidados. El apicultor debe tener en cuenta que la desinfección es el medio de lucha más eficaz contra las enfermedades, que si bien no evita utilizar la terapia mediacamentosa,  permite limitar su uso. Para todas las operaciones de desinfección se debe disponer de un local donde poder realizarlas con facilidad y comodidad, teniendo en cuenta que el apicultor llevará vestimenta especial, dependiendo del producto desinfectante a utilizar. La elección del procedimiento de desinfección dependerá de la estación del año, posibilidades del apicultor y de la importancia del material a desinfectar.

                                    Las colmenas en mal estado, así como marcos u otro material inservible serán destruidos.

                                    Los panales viejos serán fundidos y la cera deberá ser recuperada, para su posterior laminado.

                                    Previo a la desinfección de cajas, marcos, pisos, entretechos u otro material, es necesaria una esmerada limpieza para eliminar la cera, el propoleos u otras sustancias que que impidan o frenen la acción desinfectante del producto a usar. Entre los métodos desinfectantes más usados está: el flameo utilizando para ello un “soplete o lanzallamas” hasta que la madera tome un color tostado. El uso de desinfectantes líquidos en base a sales de amonio cuaternario,  productos yodóforos y tensioactivos (detergentes). El uso de gases germicidas debe ser restringido, para ello es preciso que el apicultor disponga de construcciones herméticas especiales lo que aumenta el costo.  

ENFERMEDADES DE ETIOLOGIA NUTRICIONAL Y ACCIDENTES

                                    Se determinó necesaria la incorporación de estas enfermedades en las cuales tienen participación compartida el manejo del apicultor por una parte y las condiciones climáticas por otra.

                                    Dentro de las primeras, se presentan a veces en las abejas adultas alteraciones cuyo agente etiológico no siempre está bien definido, aunque, algunas pueden incluirse en la patología nutricional, no teniendo por lo general alta patogeneidad, presentándose de una forma brusca y desapareciendo de la misma manera. En casos extremos pueden suponer la pérdida de la cosecha del año, por debilitamiento de la colmena, e incluso provocar su muerte.

                                    Las segundas, y teniendo como causa primaria alteraciones del clima, se producen con frecuencia dos tipos de accidentes, que causan graves pérdidas en los colmenares. Se refiere a la cría enfriada y a la muerte por hambre de toda la población de la colmena.

                                    Mal de Mayo: Esta enfermedad se presenta como un síndrome (conjunto de signos) que ataca a las abejas adultas, especialmente a las nodrizas, que tienen que consumir gran cantidad de alimento para mantener una buena secreción de las glándulas hopofaríngeas (productoras de jalea real). Cuando por otras circunstancias se produce un desequilibrio entre la cría y las abejas nodrizas que la alimentan, estas intentan compensar esta falta de equilibrio con una mayor ingestión de polen, que no pueden diluir por falta de líquido. Según algunos autores, la enfermedad se presenta por las toxinas liberadas del polen más o menos alterado, que se acumulan en el intestino y originan parálisis. Otros autores indican que la enfermedad se debe a la ingestión de alguna especie de polen tóxico de falso castaño de la India, que proporciona polen con presencia de esculina y saponina, esta última muy tóxica a bajas concentraciones (0,2 por mil).

                                    El proceso se desarrolla con mayor frecuencia: Cuando el agua escasea,  por ejemplo cuando las condiciones meteorológicas impiden la salida  de las abejas; o bien porque el colmenar está en un asentamiento no provisto de fuentes de agua, o una ausencia prolongada de mielada. En estos momentos si hay un gran consumo de polen, este se acumula en la ampolla rectal y en el intestino medio, aumentando la concentración del contenido intestinal y adquiriendo una mayor consistencia. La obstrucción intestinal tiene como consecuencia que aumente en el aparato digestivo la carga de toxinas producida por la flora intestinal (bacterias y hongos).

                                    Los síntomas son: Cesa completamente o no la defecación, lo que conlleva a una dilatación  y endurecimiento del abdomen de las abejas, produciéndose temblores con movimientos rotativos, que pueden afectar a pocas colmenas o a todas a la vez. El vuelo de tales abejas puede ser imposible por compresión de los sacos aéreos. En algunos casos se presenta alopesía (caída del pelo) que da a las abejas un aspecto de negro betún.

                                    El diagnóstico, a veces cuesta establecerlo por el parecido con otras enfermedades más graves (nosemosis y envenenamientos con productos químicos). Clínicamente se puede sospechar de la enfermedad por el abdomen dilatado y duro. En laboratorio se puede examinar la consistencia del contenido intestinal de las enfermas, que se presentan como masas pastosas, con un elevado acumulo de granos de polen enteros o parcialmente digeridos.

                                    El tratamiento se basa en la fluidificación del contenido intestinal proporcionando un jarabe de azúcar y agua en relación de 1:3.

                                    Se considera que existen dos formas del Mal de mayo (Broker, W.):

- Forma benigna, en que el tratamiento consiste en proporcionar un jarabe diluido.

- Forma maligna, que provoca la descomposición del alimento en el intestino, lo cual provoca que muera gran número de abejas con signos de Mal negro.

                                    Disentería: En su etiología no interviene algún agente etiológico específico. Es una afección intestinal de las abejas, que se presenta casi exclusivamente en lugares donde los inviernos son largos y rigurosos, caracterizándose por una diarrea abundante y que cursa con una mortalidad alta de abejas.

                                    En su patogenia: Durante el invierno, las abejas consumen sólo alimento para su mantención y pueden permanecer tres meses sin efectuar vuelos de defecación, pero si por cualquier circunstancia la “piña” invernal se rompe, las abejas se precipitan sobre las provisiones almacenadas, la ampolla rectal no puede almacenar todos los desechos alimenticios produciéndose un desequilibrio, que se manifiesta por defecación dentro de la colmena.

                                    Entre los factores desencadenantes para que se presente la enfermedad se puede citar: consumo exagerado de miel muy acuosa, o alimento rico en dextrina, estrés (exceso de humedad, corrientes de aire, insuficiente aireación, etc.), insuficiencia de reservas que obligan al apicultor a alimentar antes de la disolución del racimo invernal. La presencia y repetición de una o varias de estas causas es suficiente para que se produzca disentería.

                                    Los síntomas más característicos son: abultamiento del cuerpo y distensión abdominal, defecación en el interior y exterior de la colmena, presencia de gases al presionar las abejas. El color de las fecas varía de amarillo oscuro a café claro.

                                    El diagnóstico clínico es difícil realizarlo con certeza, pues los signos son parecidos a los de nosemosis. En laboratorio se debe descartar la presencia de esporas de N. apis Z. y quistes de M mellificae, etc.

                                    Tratamiento: Las colmenas muy debilitadas deben destruirse. Si las condiciones de clima son buenas para el vuelo, despertar su interés en salir de la colmena, proporcionando un jarabe  caliente de azúcar y miel en relación de  1:1. Eliminar las causas desencadenantes.

                                    Ahora bien, dentro de las enfermedades en que interviene alguna  anormalidad en la climatología:

                                     CRIA ENFRIADA: Más bien se trata de un accidente provocado por una protección defectuosa en contra del frío, siendo las causas de muy variada índole, por ejemplo: ocurre en colmenas sanas pero relativamente débiles y que contienen gran cantidad de cría, con lo que se rompe el equilibrio entre población adulta y y en fase de desarrollo.

                                    Las causas de debilidad de una colmena son entre otras:

Manejo y manipulaciones inadecuadas por parte del propio apicultor, que desea potenciar a la colmena con marcos con cría y sin aporte de abejas adultas.

Presencia de distintas enfermedades que afectan tanto a la cría como a los individuos adultos.

Pérdidas de abejas pecoreadoras en forma brusca (pesticidas).

Todas estas causas ocasionan una despoblación de la colmena que junto a condiciones climáticas adversas, hacen que las abejas formen una piña de protección y quede una parte de esta cría generalmente la periférica sin alimentación ni calor y esta muera.

                                    Los signos de la cría enfriada son variables: se pierde el color blanco normal de las larvas sanas, que toman un color amarillento hasta un color café o negro. La consistencia de la larva muerta puede ser granulosa seca o viscosa, pero nunca filante (como chicle) signo que corresponde a la loque americana., normalmente no presenta ningún tipo de flora bacteriana. Los opérculos de la cría muerta aparecen hundidos y rotos y la cría en los marcos se presenta salteada en “mosaico”, lo que puede lograr una confusión en el diagnóstico por su parecido a la L. americana.

                                    Se puede prevenir esta enfermedad, controlando las causas que la desencadenan. 

                                    MUERTE POR HAMBRE  Este accidente se produce con bastante frecuencia entre los apicultores, y en casi todos los casos debe la culpabilidad ser asumida por el propio apicultor, que ha aplicado un incorrecto manejo en su explotación.

                                    Las causas se deben fundamentalmente a la debilidad de la colmena y al escaso alimento de invernada dejado por el apicultor.

                                    Los signos se presentan particularmente al final del invierno e inicio de la primavera, coincidiendo con el incremento de la población de la colmena que hace que la cantidad de alimento presente no sea suficiente y el consumo no esté compensado con el aporte que se pueda hacer desde el exterior. Hay que dejar claro que  el equilibrio entre reservas y consumo está roto en principio por el apicultor, que en la última cosecha  de miel, antes de la invernada, no deja la suficiente miel para la alimentación de las abejas.

                                    Si no hay incidencia de este factor de desequilibrio, las abejas incrementan su población de acuerdo a la curva de floración existente en cada sector y es en ocasiones que una alimentación artificial en forma de jarabe (alimentación de estimulación de postura), hace que la población se incremente rápidamente. El tiempo en que la colmena está siendo alimentada artificialmente fuera de la época de floración, debe ser vigilada en forma continua, ya que esta es una de las causas por la que se produce el accidente de muerte por hambre, por cese en esa alimentación artificial, por descuido del apicultor, o porque las inclemencias del tiempo impiden el acceso al apiario.

                                    Es rara la presentación de este accidente en colmenares que invernan con adecuadas reservas de alimento, aunque se produzca un inusual alargamiento del período de bajas temperaturas y/o ausencia de floración.

                                    Los marcos de una colmena en los que se presenta este accidente, muestran ausencia total de miel y las abejas muertas permanecen en su gran mayoría introducidas en las celdillas, dejando solamente su último tercio abdominal al exterior. Se puede presentar una excepción a esta regla, en la cual las abejas mueren de hambre con la “despensa llena”, marcos llenos de miel, y tiene su máxima prevalencia durante el invierno o épocas de baja temperatura, cuando la población de abejas es escasa y las reservas alimenticias están alejadas de la “piña” invernal que forman las pocas abejas. La presencia de polen en los marcos no impide la muerte de las abejas, pues se trata de un alimento proteico y no energético.

                                    La prevención de este accidente consiste en evitar las causas predisponentes y determinantes que la producen.

ENFERMEDADES DE LAS ABEJAS

VARROASIS

Definición: Es una parasitosis externa, que afecta a la abeja melífera en todos sus estadios de desarrollo ( cría sellada, abierta e individuo adulto), y que actualmente está considerada como una de las enfermedades más graves, que causa, si no es convenientemente tratada, una alta mortalidad en las familias de abejas.

Etiología: Es producida por el ácaro Varroa Jacobsoni Oudemans, los cuales tienen seis patas en estado larvario y ocho patas en estado adulto. Las hembras son las que parasitan a las abejas, y son de un color castaño claro a oscuro. Los machos son de color blanco amarillento, y tienen menor consistencia que la hembra.

Ciclo biológico: En nuestra abeja la hembra desova (pone huevos) tanto en las celdas de zánganos como de las obreras. La fecundación de las hembras se desarrollo en el interior de la celda operculada. Para ello elige una celda que contenga una larva finalizando su etapa abierta, y la parasita, teniendo preferencia por las celdas de zánganos. Las razones por esta preferencia al parecer son:

La presencia de una feromona, que atrae las hembras de varroa.

El que la celda de zángano sea más grande, lo que posibilita una mayor cantidad de postura.

El que la temperatura de las celdas de zángano sea menor, al estar en la periferia, esto beneficia el mejor desarrollo del ácaro.

Ahora, el primer huevo puesto por una hembra de varroa da como resultado una hembra, el segundo un macho (al ser un huevo no fecundado), y los siguientes son hembras.

Período de desarrollo:

Huevo macho 5,5 a 7 días

Huevo hembra 7,5 a 9 días (Fantidis, 1983)

                                    No se conoce del todo el comportamiento de la hembra Varroa dentro de la celdilla. Se sabe que consumen hemolinfa a expensas de la ninfa, y se admite que una vez realizada su puesta, mueren.

Epizootiología: La fuente de infestación está dada por la abeja adulta y por la cría. La vida biológica del parásito es muy variable. Cuando permanece fijo sobre su Huésped vive  de dos a tres meses en verano, y de cuatro a seis meses en invierno. Es importante señalar que en ausencia de abejas, la duración de vida del ácaro Varroa depende de la temperatura y humedad en el interior de la colmena. Con temperaturas entre 13 y 25 º C  y con humedad relativa del 65  al 70 % sobrevive alrededor de siete días. En el exterior la duración de su vida dependerá casi exclusivamente de la humedad ambiental: a 28 º C y 85 % de humedad relativa ambiental, las hembras de Varroa pueden vivir sin alimentarse durante nueve días, y cuando la temperatura alcanza los 35 º C y la humedad relativa es del 50 % viven menos de 24 horas. Estas variaciones ambientales permiten contagios indirectos por parásitos llevados con el material apícola que no ha sido puesto en cuarentena. De todas maneras el contagio más habitual es la transmisión por contacto.

                                    Las principales causas de la expansión de la Varroa son: El pillaje, la deriva, el ir y venir de los zánganos, las manipulaciones descuidadas del Apicultor y la transhumancia no controlada de las colmenas, a lo que hay que sumar la no detección precoz de la enfermedad.

Sintomatología: En general se puede afirmar que en un período de dos años (prelatencia) no hay síntomas evidentes.

                  
http://www.proapis.cl/chile/enferm.htm

En Seragro todos pueden publicar. tomar precauciones basicas de seguridad para evitar estafas.

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  1. carolina fernanda valderas nitor karito_fr_hotmail.com4:02 Horas, 22/5/2008


    Buenas tardes : alumna de agronomia necesito saber como es la mantencion del material apicola? Gracias

  2. APICULTURAGM implementosgmhotmail.com0:11 Horas, 7/7/2007


    visita ,www.geocities .com/implementosgm donde encontraras ,a la empresa proapis que esta como link de utulidad desde la creacion de nuestro web en febrero del año 2001 como ademas todo lo que estan ofreciendo esta en el otro link de utilida www.todemiel.com.ar ademas tienen ,que darse varios factores para que se produsca todo este tipo de enfermedaded mas bien es simple cultura general de las enfermedades de las abejas,,,,


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