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Fabrican licores con frutos autóctonos
Sebastiano Cocco llegó a Chiloé desde Cerdeña. Decidió aplicar sus conocimientos para hacer licores familiares y transformar la murta, la luma, el arrayán y el calafate en brebajes que ya se venden en Santiago y salen a probar suerte en Europa y Estados Unidos.
En 2001, Sebastiano Cocco llegó desde la isla de Cerdeña (Italia) a Ancud. En su país había aprendido, como la mayoría de los habitantes de la isla, a fabricar el licor familiar. En Chiloé conoció la murta, el arrayán y la luma y decidió experimentar con esos frutos autóctonos para elaborar nuevas bebidas.
No era fácil. No existía mucha experiencia, más allá de una chicha de murta y luma que fabricaban los chilotes. Pero el italiano decidió mezclar sus conocimientos con la fruta local.
Primero fue la murta. Una vez que se convenció de que el sabor era el adecuado, sacó a la venta, en 2005, sus primeras mil botellas. Las dio a conocer en el mismo archipiélago y las presentó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), para que le diera la resolución que lo autorizaba a comercializar sus brebajes.
Siguió después con las cáscaras de limones orgánicos, que Cocco compra previa verificación de su calidad. Con ellos fabrica el Lemonchí, un licor que se asemeja al "Limoncello" que se bebe en grandes cantidades en Italia, y que alcanza los 30.o.
Y no para. La luma, ese árbol cuya madera es de gran dureza, también es convertida en un licor que tiene a punto para envasar en sus primeras mil botellas.
"Está listo todo el proceso previo, sólo falta embotellarlas para llevarlas al SAG y que me den la resolución", dice Cocco respecto de una de sus últimas creaciones.
Su próximo paso es un licor premium, en el que mezclará los sabores del arrayán, la luma, el maqui y el calafate.
El proceso que involucra cada una de sus creaciones cuenta con tres pasos fundamentales. Primero se recolecta el fruto bajo instrucciones del mismo Cocco para que sean escogidos sólo los mejores. Luego la fruta se macera en alcohol puro en estanques de acero inoxidable por varios meses y, por último, se separa el fruto y se filtra el licor. Todo el proceso toma unos seis meses.
"Es un trabajo totalmente artesanal, pero donde cumplimos todos los estándares internacionales de calidad. A través de este proceso el sabor chilote llega a las mesas nacionales e internacionales cumpliendo con toda la rigurosidad de las pautas establecidas en el mundo", explica el italiano.
Reconoce que una de las ventajas que tiene es que la isla de Chiloé está libre de contaminación y que en ellos utiliza frutas silvestres y autóctonas, que le agrega un valor muy especial a su marca "Myrthus".
Lo que más atrae a los consumidores, reconoce Cocco, es que los licores no son tan dulces. "Tienen azúcar, pero el sabor es imperceptible".
Su producto es bien recibido en Chiloé no sólo por su sabor, sino porque se ha convertido en una oportunidad de trabajo distinta para algunos lugareños.
"Lo distinto de los sabores, que sean recursos casi no explotados y que el trabajo de recolección sea una oportunidad de recibir ingresos extras para las familias chilotas me han permitido ganarme la aceptación de los isleños y su cariño también".
CUÁNTO Y DÓNDE
Los licores Myrthus se comercializan en chocolaterías, restaurantes, hoteles de tres y cuatro estrellas y aeropuertos del país. Sebastiano cobra por cada botella $3.000 y en el mercado los valores fluctúan entre los $3.500 y $4.000, dependiendo de la ubicación geográfica del punto de venta.
Buscando recursos
El financiamiento corre en gran medida por su cuenta. Pero ha recibido apoyo del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) y de ProChile (Programa de fomento a las exportaciones chilenas, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores), a través del Programa de Internacionalización para la Agricultura Campesina (PIAC), que lo asesorará para que promocione sus licores en Europa y Estados Unidos. "Allá saben valorizar este tipo de productos mucho más que acá", comenta Cocco.
Karin Antilef.
En Seragro todos pueden publicar. tomar precauciones basicas de seguridad para evitar estafas.
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