Conama. Tratamiento de Aguas Servidas, Control de la Contaminación
Protección de los Recursos Hídricos, Gestión de las Sustancias Químicas
Conservación Medio AmbienteTramamiento de agua y RilesChileRegión MetropolitanaSantiago
Anónimo Miércoles 4 de Julio del año 2007 / 10:24

Control de la Contaminación

Una de las estrategias más importantes de la gestión ambiental realizada en el país, ha estado enfocada en la prevención y el control de la contaminación, con especial énfasis en la protección de la salud, mejorar la calidad de vida y revertir -o al menos detener-, la degradación ajena al funcionamiento natural de los ecosistemas.

Durante los últimos quince años, se ha trabajado en el desarrollo de variados instrumentos para dimensionar los problemas (estudios, monitoreos, modelaciones, catastros, inventarios, etc.), acotarlos y regularlos (leyes, normas de calidad, normas de emisión, reglamentos, etc.) y definir estrategias de solución (planes de prevención, planes de descontaminación, acuerdos de producción limpia, etc.).

La recuperación de la calidad del aire en los centros urbanos ha sido una de las prioridades gubernamentales de los últimos quince años. Se han realizado diagnósticos e inventarios de emisiones en las principales ciudades del país, lo que ha permitido iniciar las gestiones de solución para aquellos problemas detectados, como la contaminación generada por la combustión de leña y por la intensa actividad industrial. Se han levantado Planes de Prevención y Descontaminación, como el caso de la Región Metropolitana (PPDA), o de carácter más integral, como el Plan de Recuperación Ambiental de Talcahuano (PRAT). Al mismo tiempo, se ha actualizado y completado el marco normativo de manera de disponer de instrumentos que faciliten la gestión ambiental a fin de solucionar y prevenir problemas.

Especial énfasis ha sido puesto en la recuperación de la calidad de aire de las ciudades y pueblos ubicados en el entorno de grandes megafuentes mineras. Los avances se han materializado a través de la elaboración y el cumplimiento de Planes de Prevención y Descontaminación, y de nuevas Normas de Emisión, así como también mediante acuerdos con las empresas, por ejemplo, acerca de la realización de estudios aclaratorios. Este esfuerzo ha permitido, entre otras cosas, una reducción promedio de un 80% de las emisiones de anhídrido sulfuroso, y de un 67% de material particulado en las refinerías de cobre pertenecientes al Estado.

En materias de control de contaminación atmosférica de carácter global y la prevención de sus consecuencias, como el adelgazamiento de la capa de ozono estratosférico, el aumento de gases de efecto invernadero y el Cambio Climático, Chile ha asumido un compromiso activo al suscribir acuerdos internacionales sobre estos temas y desarrollar acciones concretas como la promulgación de la Ley de Ozono y la aprobación de la Estrategia Nacional del Cambio Climático.

En este marco de globalidad un caso muy particular de contaminación se ha verificado en nuestro firmamento. Los cielos del norte del país han sido reconocidos mundialmente por su cualidad y calidad para ver las estrellas, lo que ha permitido la instalación de los más importantes observatorios astronómicos. Sin embargo, el alumbrado público de las ciudades en el norte está provocando una situación complicada: la contaminación lumínica. Al respecto, recientemente se ha logrado regular la instalación y la calidad de las luminarias, de forma que tanto las generaciones futuras como los observatorios puedan disfrutar y aprovechar la calidad de nuestros cielos.

En relación con el control del ruido ambiental, que aunque no es causa directa de males inmediatos severos, salvo en casos extremos como explosiones o ruidos de gran potencia, incide notablemente en el deterioro de la salud mental de la población y en su calidad de vida, se ha avanzado regulando las fuentes fijas (industrias, talleres, bares) y las fuentes móviles más ruidosas (buses de locomoción colectiva). Actualmente se están regulando otro tipo de fuentes más específicas, que por sus características especiales requieren una regulación determinada, como las actividades de construcción y los aeropuertos. Paralelamente, se avanza en otras materias relacionadas con la situación de ruido en las regiones, como la incorporación esta variable en la planificación territorial, la educación ambiental y en los refuerzos a la fiscalización.

En el tema de residuos, se ha logrado avances notables. Hoy, cerca del 60% de los residuos domiciliarios son dispuestos en rellenos con garantías sanitarias y ambientales. Además, desde 2005, Chile cuenta con la Política Nacional de Residuos Sólidos y su Plan de Acción. En términos normativos, han sido aprobados el Reglamento de Residuos Peligrosos y otra serie de normas ambientales de gran relevancia para el país.

Asimismo, se aumentó la cobertura de tratamiento de aguas servidas, la que actualmente alcanza a un 78%, lo que se ha complementado con importantes avances normativos.

Si bien se pueden destacar avances significativos en varias materias ambientales, en lo referente a contaminación de suelos y aguas subterráneas, a pesar de los avances y de las acciones realizadas, subsisten aún deficiencias y vacíos que deben atenderse para dar respuestas adecuadas y costo eficientes a los problemas que de estas situaciones se desprenden. Con este objetivo CONAMA actualmente está coordinando un proceso de elaboración de la Política Nacional para la Gestión Sitios Contaminados, que responde a la necesidad de desarrollar un conjunto de acciones tendientes a contar con un sistema adecuado que permita suplir las deficiencias existentes y fortalecer lo desarrollado, con el objetivo de minimizar los riesgos significativos a la salud de las personas y el medio ambiente que resulten de sitios contaminados.

Todas estas acciones están orientadas a mejorar la salud y la calidad de vida de la población, así como a revertir, o detener, el impacto negativo en los ecosistemas. Es de suma relevancia, por lo tanto, contar con instrumentos que permitan, a todos los ciudadanos, acceder a información sobre la gestión y la situación ambiental del país. Así lo establecen la Ley de Bases del Medio Ambiente y diversos acuerdos y tratados suscritos por Chile. Para cumplir con este mandato, CONAMA ha impulsado una serie de proyectos que posibilitan el acceso a datos e información ambiental actualizada. Uno de las iniciativas más relevantes es el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC), proyecto iniciado el 2002 y que entregará sus primeros resultados visibles el 2007, y permitirá contar con información periódica y actualizada sobre 111 sustancias químicas, familias de sustancias, residuos y parámetros contaminantes o potencialmente dañinos para la salud y el medio ambiente. Dicho registro será un catastro de las emisiones al suelo, al aire y al agua que realicen establecimientos industriales, el transporte y la agricultura, que se actualizará anualmente.

El agua es un recurso natural único y escaso, esencial para la vida e indispensable para el hombre. La calidad del agua tiene directa relación con la salud de las personas, su mal o indiscriminado uso puede provocar la contaminación del recurso con el consecuente deterioro de la calidad de los demás recursos naturales. Una de las metas ambientales de Chile es mejorar la calidad de sus aguas, los avances que hasta hoy se registran en protección del recurso hídrico, sitúan a nuestro país a la cabeza de Latinoamérica.

Respecto a la gestión de las sustancias químicas, la CONAMA está coordinando una Política Nacional de Seguridad Química, que establecerá orientaciones y reglas claras para implementar acciones coordinadas, coherentes y complementarias a nivel de la institucionalidad pública, con la participación activa del sector privado y la ciudadanía. Lo anterior, con el objetivo de compatibilizar los beneficios que reporta el uso de dichas sustancias con la necesaria seguridad en su manejo y prevención de los riesgos subyacentes. Esta política también establecerá una participación activa y coordinada con la Agenda Química Internacional, tanto en el cumplimiento de los compromisos suscritos por el país, como en el fortalecimiento y promoción del intercambio de información. En este sentido, la CONAMA desarrolló y, ahora está en etapa de ejecución, un Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo, que da cumplimiento a los compromisos adquiridos por el país en estas materias.

Protección de los Recursos Hídricos 

El agua es un recurso natural único y escaso, esencial para la vida e indispensable para el hombre. La calidad del agua tiene directa relación con la salud de las personas, su mal o indiscriminado uso puede provocar la contaminación del recurso con el consecuente deterioro de la calidad de los demás recursos naturales. Una de las metas ambientales de Chile es mejorar la calidad de sus aguas, los avances que hasta hoy se registran en protección del recurso hídrico, sitúan a nuestro país a la cabeza de Latinoamérica.

Junto al desarrollo de normas de emisión e infraestructura para un adecuado tratamiento del vital elemento, también se trabaja en la generación de normas secundarias de calidad ambiental para proteger cuerpos de aguas marinas y superficiales continentales.

En Chile, hacia 1999, sólo se trataba el 20% de las aguas servidas urbanas. Pero el proceso de concesión de las sanitarias, donde el usuario debe hacerse cargo de las externalidades ambientales negativas que genera, permitió impulsar una serie de medidas tendientes a dinamizar el proceso.

Como resultado de ello, actualmente en el país se trata el 78% de las aguas servidas domésticas, con una proyección del 97,5% para fines de 2009. Además, se han desarrollado normas primarias de calidad de aguas (marinas y continentales), orientadas a proteger la salud de la población, y normas de calidad secundaria, que buscan asegurar la protección de la biodiversidad y de los recursos naturales.

Actualmente, en los principales ríos del país se encuentra en ejecución un ambicioso programa de desarrollo de normas secundarias de calidad de aguas, las cuales deberán asegurar su protección y uso sustentable. De esta manera, se trabaja en la elaboración de las normas secundarias de calidad ambiental para los ríos Loa, Elqui, Aconcagua, Maipo, Cachapoal, Bío Bío, Cruces, Aysén y Serrano. También se consideran normas específicas para el Lago Llanquihue y los fiordos de la Región de Aysén.

Durante 2006, se espera dar inicio a los procesos de elaboración de las normas secundarias de calidad ambiental para los ríos Huasco, Valdivia y Baker. También se espera avanzar en la revisión de la Norma de Emisión para la Regulación de Contaminantes Asociados a las Descargas de Residuos Líquidos a Aguas Marinas y Continentales Superficiales, Decreto Supremo 90/2000.

Teatinos 254/258, Santiago, Chile

Recepción: (56-2) 2405600

Oficina de Información: (56-2) 2411800

Fax: (56-2) 2405758.


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