Nombres del Nuevo Directorio de Vinos de Chile. Wines of Chile.
Viñas de Chile yChile Vid al Pasado.Asociación de Grandes y Pequeños Productore
ProductoresChileRegión de O´higginsSan Fernando
Anónimo Lunes 6 de Agosto del año 2007 / 19:56

lunes 6 de agosto de 2007   

 

Revista del Campo invitó a la nueva asociación gremial a debatir 

 

 

Los nuevos líderes del vino fijan posiciones 

Tienen en proyecto abrir una oficina de Wines of Chile en Estados Unidos.

 

 

Como Carlos y Camilla, tardaron en aceptar que siempre debieron haber estado juntos. Pero lo hicieron.

 

Que En Paz Descansen Viñas de Chile, que agrupaba a las megaempresas, y Chilevid, el club de las bodegas boutique.

 

Hoy la industria se llama Vinos de Chile, un final feliz para una de las separaciones más difíciles de entender; una que duró quince años y que tuvo a la emblemática industria del vino sumida en desencuentros y proyectando una imagen de eterno conflicto entre grandes y chicos.

 

René Merino, médico de profesión, hijo del ex presidente de la Asociación de Isapres del mismo nombre, y gerente general de viña Tamaya, es el nuevo presidente. Un golpe a la cátedra, porque Merino es de los chicos.

 

Tras un año y medio de arduas negociaciones llegaron a una salomónica fórmula para nombrar el directorio y votar en las asambleas, donde los grandes no pueden tomar decisiones sin los chicos y viceversa. Una prueba concreta de que hoy el tamaño ya no importa.

 

El primer directorio, formado por Rafael Guilisasti (Concha y Toro), Javier Bitar (San Pedro), René Araneda (Tarapacá), Aníbal Ariztía (Santa Rita), José Yuraszeck (Undurraga), Andrés Turner (Montes), Recaredo Ossa (Veramonte) y Alfonso Undurraga Marimón (Matetic), mezcla caras nuevas, juventud y la experiencia de los viejos estandartes.

 

Siete miembros de esta nueva asociación gremial - que representa al 95% de la industria- se reunieron con Revista del Campo en 'El Mercurio' para debatir los desafíos del crucial momento que vive este negocio, cuyas ventas han crecido 55% en volumen y 36% en valor en el primer semestre, sobrepasando todas las expectativas. Sin embargo, mientras esto sucede la rentabilidad está cayendo fuertemente, debido al desplome del tipo de cambio.

 

 

MÁS IMAGEN

 

El dólar bajo ya no es tema para los viñateros. "Es como otra helada más", dice Yuraszeck. Sin duda que no están contentos con la pérdida de rentabilidad, que supera el 15% en los últimos dos años, pero ya internalizaron que es un hecho de la causa.

 

"El dólar es un dato. A mí lo que me preocupa es la inflación, esa cifra de 1,1% (IPC de julio) no es positiva. Si se descuida la inflación hay un problema potencial para el país, porque el aumento de costos es a la vena, el costo de la energía también está relacionado. Es un fenómeno grave", asegura Yuraszeck.

 

Para los viñateros, la salida de esta coyuntura está en producir valor; en ofrecerle al mercado vinos finos y más caros. Actualmente el precio promedio de la caja de vino chileno es de US$ 26,50 FOB.

 

"Nuestra aspiración es llegar a US$ 30 FOB", dice Merino.

 

La calidad está. Lo que necesitan es marca. Que los consumidores reconozcan a Chile como productor de vinos premium. Una tarea difícil, cuando la mayoría de los habitantes del planeta no tiene idea de que Chile siquiera existe.

 

Ahí comienza el desafío para la administración de Merino.

 

Wines of Chile - el brazo promocional de la industria- ha hecho un gran trabajo en el mercado inglés, gracias a la gestión de Michael Cox. Tanto así que Chile ya superó a España en ese país. Sin embargo, el resto ha pasado a segundo plano, incluso uno tan importante como EE.UU., que se proyecta como el mayor consumidor del mundo.

 

"Tenemos la obligación de repetir el éxito del Reino Unido en EE.UU. No podemos olvidarnos de ese mercado. Y para eso tenemos que abrir nuestra propia oficina, agregarle más recursos y buscar un Michael Cox", asegura Merino.

 

Apenas un millón de dólares han invertido en EE.UU.

 

"Hay un problema muy grande de recursos", alega Araneda.

 

Pero sin duda lo que más los preocupa es la carencia de una imagen país, una tarea que, aseguran, le compete al Estado, específicamente a ProChile.

 

 

- ¿Están conformes con el trabajo de ProChile?

 

- En la promoción sectorial ProChile nos ha apoyado bastante bien, a pesar de que los recursos no son los suficientes, pero en cuanto a imagen país estamos en una desorganización absoluta. Durante toda la época de Lavados (Hugo) como director de ProChile se desarrolló el logo "Chile, all ways surprising" y se diseñó una imagen. Y desde el inicio de la Presidenta Bachelet que estamos esperando a ver qué hacemos con este logo y todavía no se ha hecho nada. ProChile hace actividades inconexas en un montón de países sin una estrategia clara y sin que esta campaña esté anclada en las promociones sectoriales que hacen los distintos rubros alimenticios como la fruta, el salmón y el vino - acusa Merino.

 

- ¿Quieren más injerencia en las decisiones?

 

- Nosotros formamos parte del comité exportador de alimentos. El comité le ha enviado varias cartas a ProChile diciendo que no estamos de acuerdo en esto y que querríamos que se desarrollara una gerencia de Imagen País. Se hizo, pero eligieron a una persona sin preguntarle a nadie (Juan Somavía Santa Cruz). A lo mejor es la persona correcta, quizás en un concurso lo hubiera ganado igual, pero si todos nosotros ponemos plata en la imagen país, por qué no lo hacemos igual que en cualquier empresa, que cuando contrata a un ejecutivo llama a un head hunter, le indica el perfil, trae varias opciones y se elije al mejor. Pero acá ponen a un señor que parece que lo hizo bien en Nueva York y a nosotros no nos preguntan nada. Si quieren que el sector ponga lucas sobre la mesa, yo no las pongo si no tengo injerencia en la decisión, en cómo se determinan las estrategias. Ésa es nuestra gran pelea.

 

- ¿Voz y voto?

 

- Absolutamente.

 

- Y por qué ustedes mismos, junto al resto de los exportadores alimentarios no diseñan y le presentan una estrategia al Estado?

 

- ¿Tenemos que hacerle el trabajo al Estado?

 

- El negocio es de ustedes....

 

- Nosotros ponemos nuestro dinero donde encontramos razonable ponerlo. Pero la marca paragua la tiene que poner el Estado. Un ejemplo muy sensible: el año pasado exportamos 31 millones de cajas. Más de trescientos millones de botellas que llegan incluso a más personas. Si le pusiéramos a cada botella el logo "Chile, all ways surprising", el efecto sería tremendo, pero cuesta mucha plata. Eso no lo podemos hacer si es que no tenemos idea para dónde va la campaña de imagen país, qué es lo que pretenden hacer y cuál es el camino a seguir - asegura vehemente el presidente.

 

José Yuraszeck interviene con una posición más conciliadora.

 

- Tengo que ser súper franco. Creo que no nos hace bien dar una imagen de que recién partiendo estamos peleando con el Estado, porque nos necesitamos mutuamente. Ésta es la gran oportunidad para sentarnos en una mesa y sincerarnos o, como se dice en el campo, sacarnos los sapos de la guata. Y para eso hay que dejar pasar un poco el tiempo antes de disparar los cañones.

 

 

MALAS RELACIONES

 

Uno de los conflictos que en los últimos dos años ha encendido los ánimos en la industria es el del precio de la uva. Los productores de fruta han visto cómo éste ha bajado exponencialmente mermando sus utilidades, especialmente en la uva corriente. Reclaman que los poderes compradores - Concha y Toro y las grandes viñas- esperan hasta el último minuto de la vendimia para informar el precio que van a pagar, dejándolos sin poder negociador. Ha habido acusaciones de concertación, que fueron desestimadas por la Fiscalía Nacional Económica. Así y todo, en un contexto en que las ventas crecen por volumen y valor, las relaciones entre industria y productores están tensas.

 

Los directores no tardan en reaccionar.

 

"Son sólo algunos productores los que están descontentos. Los que miraron el negocio a largo plazo e hicieron contratos por varios años, tienen sus ingresos bastante asegurados", sostiene Undurraga.

 

"El tipo que tiene la variedad correcta en el lugar correcto recibe buena plata por sus uvas. Y hay productores que recibieron más de un dólar por kilo", agrega Ossa.

 

- Ellos acusan falta de información transparente.

 

- La información de los precios no está en el mercado porque nadie la tiene - asegura Guilisasti.

 

- A pesar de que hay productores que tienen buena uva y buenos precios, es cierto que hay uva que se vendió barata. Pero terminó la vendimia y los vinos subieron, los que estaban a $4.500 la arroba, hoy están a $7.500. Entonces no es una decisión nuestra lo que vale la uva ni el vino - remata Araneda.

 

- ¿Hay algún plan para mejorar la relación con los productores?

 

- Cuando los precios están buenos, las relaciones están buenas, y cuando el precio baja, las relaciones están malas - explica Guilisasti.

 

- Los commodities se rigen por las reglas del commodity y esto es parte de las reglas del juego. No es un tema de relaciones - agrega Ossa.

 

- Yo me pregunto por qué si el gobierno ofreció reconvertir a productores en el sur hubo una gran cantidad que no quiso hacerlo, a pesar del precio de la uva. Porque saben que esto es un ciclo y han pasado muchos ciclos para atrás - acota Merino.

 

- Con el aumento de las ventas de este semestre, ¿se prevé un mejor precio de la uva para el próximo año?

 

- No lo sabemos. El mercado a granel de China es determinante para Chile. Se vendió mucho a China a los precios anteriores ($4.000 la arroba), pero hoy con la arroba a $7.000, no sabemos si ese volumen se va a mantener. Chile vende casi un porcentaje igual de embotellado que de granel y no hemos tenido ofertones porque China ha absorbido todo. Pero no sabemos lo que va a pasar en el segundo semestre, esto es muy volátil - indica Guilisasti.

 

- ¿Chile debiera disminuir la producción de granel?

 

- No, es una válvula de escape. Cuando hay un exceso de producción es una muy buena salida - asegura Turner.

 

- ¿Pero no echa a perder la imagen del vino?

 

- Ése es otro mito... –dice Yuraszeck.

 

- La Corporación Nacional del Vino (CCV) ha canalizado los reclamos de los productores y no están conformes.

 

- La CCV ha sido una entidad técnica y de capacitación . No es un ente gremial. Creo que enfrentar el mundo vitivinícola como un conflicto entre empresas y productores no tiene ningún destino –dice Guilisasti.

 

- ¿Van a intentar algún acercamiento?

 

- Lo que tiene que quedar claro es que la voz de la industria del vino en Chile es Vinos de Chile, y nos vamos a sentar a conversar con la CCV para que entienda - sostiene Merino.

 

 

LOS FANTASMAS

 

Dos años dura el trabajo del nuevo directorio. Para Merino la primera gran ambición es consolidar la unión, misión que tiene algo de sicológico.

 

"Ayer (miércoles) estuve en el directorio del consorcio tecnológico y todavía la gente habla de Chilevid y Viñas de Chile, de los chicos y los grandes. Yo les digo olvídense de eso".

 

El mismo Yuraszeck repara en que el último informe de exportaciones de Wines of Chile que salió la semana pasada, decía que la institución depende de Chilevid y Viñas de Chile.

 

"Tenemos que ahuyentar los miedos de los más chicos, que todavía temen que los grandes se los van a comer, y no es así. Es algo que tenemos que sacar de la ecuación", concluye Merino.

 

Sabine Drysdale.

 

  



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